Autor

Aurora Solís
Asociada Senior
Costa Rica
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Los contratos inteligentes son contratos autoejecutables que hacen cumplir de manera automática los términos de acuerdos específicos entre partes, tales como compradores y vendedores. Actualmente, los contratos inteligentes ya se implementan en diversas áreas del comercio, en particular en el sector Fintech a través del trading de alta frecuencia o en el comercio minorista mediante compras en línea con precios dinámicos (dynamic pricing).
En el contexto de las fusiones y adquisiciones (“M&A”), las llamadas “condiciones precedentes” son estipulaciones contractuales que deben cumplirse para que la transacción sea válida y efectiva. Por ello, su redacción debe ser precisa y clara, garantizando una verificación sencilla y sin ambigüedades. En este sentido, los contratos inteligentes pueden ser una herramienta eficaz para su ejecución, ya que reducen los errores humanos, optimizan el tiempo y minimizan posibles conflictos entre las partes.
La automatización de ciertas partes de los contratos tradicionales utilizados en estas transacciones de M&A (como los contratos de compraventa de acciones, acuerdos de inversión, entre otros) permitiría programar la verificación de condiciones que, una vez cumplidas, podrían ejecutarse automáticamente, es decir, sin intervención humana. Algunos de estos aspectos podrían incluir: (i) la confirmación de transferencias de fondos; (ii) la obtención de aprobaciones regulatorias; y (iii) el cumplimiento de diversas obligaciones contractuales.
Algunas ventajas de utilizar contratos autoejecutables en la verificación de las condiciones precedentes incluyen la generación de un registro inmutable en Blockchain de todas las acciones y verificaciones realizadas, lo que reduciría posibles disputas y proporcionaría transparencia y seguridad en la operación. Asimismo, la necesidad de traducir el lenguaje jurídico al lenguaje de programación podría aportar mayor claridad y simplicidad al derecho contractual, un aspecto que ha sido solicitado y exigido por los clientes desde hace tiempo. Finalmente, otra ventaja del uso de contratos inteligentes sería la resolución y ejecución más rápida y eficiente de las condiciones precedentes, lo que podría reducir el número de intermediarios involucrados en el proceso (por ejemplo, fideicomisarios, agentes de depósito, etc.). disminuyendo así costos y tiempos.
Finalmente, la automatización presenta desafíos, como la complejidad de traducir el lenguaje legal a código binario, especialmente en condiciones jurídicas más sofisticadas. Sin embargo, esto podría impulsar al gremio de abogados a simplificar la redacción y el lenguaje jurídico, favoreciendo contratos más claros y accesibles. Asimismo, aunque la integración con sistemas financieros, legales y otros pueda representar un reto técnico complejo, la interoperabilidad no es un obstáculo imposible. De hecho, ya se ha logrado con éxito en sectores como el Fintech, que en ciertos aspectos presenta desafíos aún más complejos que el ámbito jurídico.
En conclusión, los contratos inteligentes tienen un enorme potencial para transformar las transacciones de M&A, especialmente en la verificación de condiciones precedentes y la incorporación de condiciones autoejecutables en los contratos. La automatización y verificación de requisitos, tanto simples como complejos, junto con la trazabilidad, transparencia y confianza en el código, pueden reducir significativamente los tiempos y costos de transacción. No obstante, su implementación exitosa implica superar importantes desafíos técnicos y legales. A medida que la tecnología avance, es altamente probable que el uso de contratos inteligentes en M&A se expanda, aportando mayor eficiencia, reduciendo intermediarios y optimizando la seguridad jurídica en estas operaciones.